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Articles by david c. mccasland

¡Buena noticia!

Internet, televisión, radio, dispositivos portátiles… todos nos bombardean con noticias que, en su mayoría, son malas: crímenes, terrorismo, guerras, problemas económicos. Pero también aparecen noticias buenas que alivian la tristeza y la desesperación: actos de abnegación, descubrimientos médicos y posibles acuerdos de paz.

Regalar ánimo

Hay una antigua canción que relata la historia de un hombre que fue despedido de su trabajo y no tenía dinero para comprar un regalo de Navidad para su hijita. Aunque se supone que diciembre es una época feliz del año, su vida parecía oscura y fría.

La vista a 640 kilómetros

«Mi perspectiva de la Tierra cambió drásticamente la primera vez que fui al espacio», dice el astronauta Charles F. Bolden Jr. Para él, todo parecía tranquilo y hermoso visto a 640 kilómetros de distancia. Sin embargo, agregó que, cuando pasó sobre Oriente Medio, «la realidad lo sacudió» al considerar el conflicto actual en esa región. En una entrevista con un productor cinematográfico, declaró que, en ese momento, cuando vio la Tierra como esta debería ser, se sintió desafiado a hacer todo lo posible para mejorarla.

¡Soy rico!

Hay una publicidad por televisión que muestra a una persona abriendo la puerta y viendo a alguien que le entrega un cheque por una cantidad enorme de dinero. Ante eso, el sorprendido destinatario empieza a gritar, cantar, saltar y abrazar a todo el mundo. «¡Gané! ¡Soy rico! ¡No lo puedo creer! ¡Se terminaron los problemas!». Hacerse rico de repente desencadena una gran reacción emocional.

No enviar

¿A lguna vez mandaste un email y, de pronto, te diste cuenta de que había ido a la persona equivocada o que contenía palabras duras e hirientes? ¡Si tan solo pudieras presionar una tecla y detenerlo! Bueno, ahora puedes hacerlo. Varias compañías ofrecen una opción que te da un tiempo breve después de enviar un correo para detenerlo antes de que salga de tu ordenador. Después de eso, el email es como una palabra dicha que no puede retractarse. En lugar de considerarse una solución, esta opción de «no enviar» debería recordarnos la enorme importancia de cuidarnos en lo que decimos.

Hombre 12

En el estadio de la Universidad A&M de Texas, hay un cartel enorme que dice: «CASA DEL HOMBRE 12». Aunque los equipos pueden tener solo once jugadores en el campo, el Hombre 12 alude a los miles de alumnos que se quedan de pie durante todo el partido para alentar al equipo. Según la tradición, esto se remonta a 1992, cuando el entrenador llamó a un alumno de la tribuna para que se pusiera el uniforme y estuviera listo para reemplazar a un jugador lesionado. Aunque nunca entró a jugar, su presencia y disposición alentó enormemente al equipo.

Liderar con amor

En su libro Liderazgo espiritual, J. Oswald Sanders explora las cualidades y la importancia del tacto y la diplomacia: «De la combinación de estas dos palabras surge el concepto de la capacidad de reconciliar puntos de vista opuestos sin ofender ni comprometer un principio».

El paciente que ora

El aviso fúnebre de Alan Nanninga, un hombre de donde yo vivo, lo identificaba como «sobre todo, un testigo fiel de Cristo». Después de describir su vida familiar y su carrera profesional, el artículo hablaba sobre casi una década de problemas de salud progresivos. Concluía diciendo: «Sus internaciones en el hospital […] le confirieron el título honorario de “El paciente de la oración”», por su ministerio hacia los demás enfermos. Aquí tenemos a un hombre que, en sus períodos de aflicción, se dedicaba a orar por y con las personas necesitadas que lo rodeaban.

De todo corazón

En muchas culturas, llorar a gritos, gemir y rasgarse la ropa son formas aceptables de lamentarse por angustias personales o grandes desastres nacionales. Para los israelitas del Antiguo Testamento, expresiones similares reflejaban un profundo dolor y su arrepentimiento por haberse alejado del Señor.

Aferrarse a la cruz

En 1856, Charles Spurgeon, el gran predicador londinense, fundó un seminario de capacitación para el servicio cristiano. En 1923, se le cambió el nombre Universidad del Pastor por Universidad Spurgeon. En la actualidad, el escudo de la institución contiene una mano que toma una cruz y las palabras latinas Et Teneo, Et Teneor: «Me tomo y soy tomado». En su autobiografía, Spurgeon escribió: «Este es el lema de nuestra escuela. Nos […] tomamos de la cruz de Cristo con una mano enérgica […] porque esa cruz nos toma firmemente con su poder de atracción. Nuestro deseo es que todo ser humano se aferre a la Verdad y sea asido por ella; en especial, la verdad del Cristo crucificado».